sábado, 13 de julio de 2013

Todo es igual de importante

Es cierto.Siempre graduamos las cosas que pasan en  una mayor o menor importancia.Pero ¿por qué?
Todo es igual de importante, solo que cada persona tiene su propia lista de sucesos que caracteriza de más importantes a aquellos que no la poseen tanto.Simplemente depende de la persona que te juzgue...
Y de sus experiencias.
También va unido a la edad.Cada etapa considera unas acciones y hechos más indispensables y de mayor auge que otros. Un niño de 8 años considera importante pasarse un juego de alguna consola , mientras que un adolescente se interesa más por arreglarse y estar siempre bien físicamente de cara al resto y se preocupa más por sus problemas de la edad... ,
que un adulto no entiende que esto les es importante e indispensable ,tanto en el caso del niño como del joven, porque  cree que lo único que  cierne es su trabajo y poder dar de alimentar a su familia , y eso es lo importante.
Y que decir de los mayores,esas personas de las que algunas conservan la vitalidad que muchas otras han perdido, que casi han sufrido y pasado por todos los momentos...

Son personas sabias, que actúan según como les ha tratado la vida, en la mayoría de los casos, y que son felices con tal de echar una partidilla al bingo o de salir a ''chatear'' con los amigos...En todos lo casos ,muchas veces son los que más nos defienden a la hora de la verdad, y nos consienten,a pesar de que no entiendan ''nuestros nuevos cacharros''.


Que lo demás sean bobadas...Eso creen muchos, pero no significa la mayoría.En este mundo, como en muchos otros temas, existen excepciones que corroboran la regla ,y otras que lo contradicen; pero así es la vida, "Un conjunto de excepciones contradecidas que confrman la regla"

Porque todos en la vida tenemos problemas y creemos que somos los peores que lo estamos pasando , pero siempre habrá alguien que se encuentre peor que nosotros.
Como decía Pedro Calderón de la Barca:
 
''Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustentaba de unas hierbas que cogía.¿Habrá otro, entre sí decía, más pobre y triste que yo?; y cuando el rostro volvió halló la respuesta, viendo que otro sabio iba cogiendo las hierbas que él arrojó''(...)                          
 Fragmento del cuento X del Conde Lucanor.

Porque todos merecemos la igual importancia a nuestros problemas 
Aunque no sean considerados por igual por todos de  poseer importancia.

Respetémoslos.



martes, 2 de julio de 2013

Fragmentos perdidos por Internet

El otro día estuve investigando y encontré algunos textos que me parecieron la mar de interesantes.
Se los dejo a continuación:

Mi Alma Gemela?

La gente cree que tu alma gemela es la persona con la que encajas perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo. Pero una alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que te saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida. Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta de un porrazo.



 



¿Como  
olvidar?
Simplemente no hay un como, es una cosa que pasa sin más. De un día para otro dejas de mirar su perfil, dejas de preocuparte si esta hablando con ella o no. Es algo que no sabes, que no te das cuenta de que ya no significa nada para ti. Y es entonces cuando empiezas a disfrutar de todo, ves las cosas de otra forma, disfrutas cada momento. Pero algún día aparecerá otra persona. Tu no buscabas a nadie, pero esa persona apareció, cambió todos tus esquemas, pero sabes que al final y al cabo te va a tocar volver a olvidarla, porque aun te queda mucho por sufrir para por fin ser feliz. 


La leyenda del ''Hilo Rojo''

 *El Hilo Rojo* es una leyenda anónima de origen chino, que dice que entre dos o más personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un hilo rojo, que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.
El texto literal viene a decir: Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.

 
Un antiguo proverbio chino dice:
"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, el lugar, y a pesar de las circunstancias. El hilo se puede apretar o enredarse, pero nunca se romperá”.

Tal vez esta leyenda tenga parte de verdad, porque es innegable que existe algo que nos une y nos hace encontrarnos con la persona adecuada o destinada. En nuestra vida, podemos conocer a muchas personas, pero siempre existen aquellas que son especiales y es como que hay algún lazo invisible que nos une a estas personas para siempre."
Cuenta una vieja leyenda china...
... que el  Abuelo de la Luna ata un hilo rojo en la muñeca de cada niño que nace. Ese hilo está atado a muchos otros hilos, que a su vez sujetan las muñecas de todas las personas con las que ese niño está destinado a encontrarse...

A medida que el Bebé crece, los hilos se van acortando, acercando cada vez más a aquellas personas que están destinadas a reunirse a pesar del tiempo, del lugar o de las circunstancias. El hielo puede tensarse o enredarse pero nunca romperse.

Y así terminas encerrándote en ti mismo para que no te hagan más daño:

“Había aprendido pronto a no preocuparse por nadie demasiado. Preocuparse por la gente conducía al dolor. El dolor le haría abrirse a la inseguridad. Era mejor estar sola, aislarse en su torre de cristal y contentarse con las deformadas visiones del mundo exterior refractadas a través de las protectoras murallas.
Y se quedó vacía, con todo en su interior convertido en un exquisito escudo contra la posibilidad de que la hirieran, o la traicionaran”
 (El lenguaje secreto del Jin- S´hei)





El escorpión y la rana:

<<Cuenta la historia, que un escorpión le pidió a una rana que le ayudara a cruzar el río prometiendo no hacerle ningún daño. La rana accede subiéndole a sus espaldas pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Ésta le pregunta incrédula "¿cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos"  ante lo que el escorpión se disculpó  "no he tenido elección, es mi naturaleza".>>
La moraleja de esta fábula de Esopo, es que no debemos de engañarnos creyendo que los demás o nosotros mismos, podemos llegar a cambiar para  ser alguien distinto. La naturaleza interior de cada uno, aparece, para bien o para mal. Cuidado cuando te acerques a personas “escorpión”, tarde o temprano te clavarán el aguijón… seguro.

Olvidando errores en 3, 2, 1...

A veces, en esos días de lluvia en los que no te apetece hacer nada, en los que dejas vagar tu vista por  la ventana ,y con la mirada perdida en el pasiaje lluvioso, te paras a pensar, y a pensar...
Y te comienzan a venir viejos recuerdos...algunos te hacen dibujar un bonita sonrisa, pero luego llegan aquellos otros no tan agradables.Retumban en tu cabeza,una y otra vez...Esa imagen se vuelve repetititva y se retorna en un zumbido contínuo.
''Quitámelo de la cabeza, por favor, que se vaya'' o similares son frases que solemos pronunciar.

Entonces... como si fueras una de estas nuevas tecnologías de hoy en día, empiezas a eliminar y borrar recuerdos inútiles, que ocupan un sitio absurdo en nuestro ''disco duro''.

La mente te pregunta .''¿Está seguro de que quiere eliminar estos elementos?''Tu respuesta es un sí , pero no del todo seguro,del que en cualquier momento puedes arrepentirte.
Venga, afírmalo con firmeza. Di:''SÍ, SÍ QUIERO BORRARLOS''

Borrando recuerdos en 3,2,1... Recuerdos eliminados con éxito.
Sueltas un suspiro;
y ahora ,¿qué?
   <<Ir en el bus al lado de la ventana, y perderte en un mundo de reflexiones y recuerdos...>>





Desgraciadamente,hasta ahí puedo leer...
Pero solo anhelo que esos recuerdos en un futuro si vuelven, que sean para sonreír y aprender; y no para rememorar un simple arrepentimiento.